¿Por qué algunas personas o empresas son resilientes y otras, no? ¿A qué se debe la diferencia? ¿Cuáles son las características que las distinguen? ¿Se puede desarrollar resiliencia en las organizaciones?
No es fácil contestar estas preguntas. El tema es relativamente nuevo, la terminología y los conceptos no son tan precisos como uno quisiera y no es factible pensar en una organización
resiliente que a su vez no esté integrada por personas que también lo sean.
Distintos autores ofrecen distintas respuestas. En los textos se habla, a veces en forma intercambiable, tanto de resiliencia organizacional como de resiliencia personal, adaptación al cambio, flexibilidad, liderazgo, crisis, manejo del riesgo y empresas ágiles, sin que ésta pretenda ser una lista exhaustiva.
Un artículo señala tres características de las personas o empresas resilientes que se pueden encontrar, a saber (Diane L. Coutu, How Resilience Works. Harvard Business Review. Boston: mayo de 2002):
- La habilidad de interpretar y enfrentar la realidad. No es tan sencillo como parece. Con cierta frecuencia se piensa que en ocasiones difíciles lo mejor es ser optimista. Esta actitud contribuye, aunque no siempre, a distorsionar la realidad. En otros casos se la niega. No es agradable aceptarla;
- La tendencia a encontrarle un significado a los tiempos difíciles. Las personas u organizaciones resilientes encuentran un vínculo entre un presente malo y un futuro mejor.
Tal habilidad, que permite superar las dificultades del presente, se relaciona con los valores de las personas u organizaciones .porque ofrecen maneras de interpretar y dar forma a los acontecimientos.; y - La habilidad de arreglárselas con lo que se tiene a mano. Esta característica se describe mediante la palabra bricolage. El significado aproximado se relaciona con la habilidad de improvisar soluciones a los problemas sin poseer las herramientas o los materiales adecuados.
Otro autor aconseja poner en práctica los principios enumerados a continuación para llegar a ser una organización resiliente: a) interpretar las experiencias en forma constructiva; b) adaptarse en forma positiva; c) asegurarse de poseer recursos externos adecuados, como ser asesoramiento, información, apoyo emocional, ayuda práctica y recursos financieros; d) expandir la capacidad para tomar decisiones más allá de los límites habituales; e) practicar bricolage (ver párrafo anterior); f) desarrollar la tolerancia ante la incertidumbre; y g) desarrollar sistemas de roles virtuales donde los equipos puedan funcionar aun ante la ausencia de uno o más de sus integrantes. (L. Mallak.
Putting Organizational Resilience to Work. Industrial Management. Norcross: noviembre-diciembre de 1998).
Este material fue adaptado del artículo ORGANIZATIONAL RESILIENCE, escrito por Guillermo S. Edelberg D.B.A. http://www.guillermoedelberg.com.ar